Esta historia me estremeció ayer. Uno de los participantes del taller nos contó que es médico, que trabaja con pacientes que han perdido el olfato. Que algo que lo ha convertido en un amante del café es la cantidad de veces que ha escuchado a sus pacientes decirle que ellos lo único que quisieran en la vida es volver a percibir el aroma del café.Si tan solo pudiesen sentirlo de nuevo.