Hay un momento en el que podría parecer que la posición es lo que más importa. La posición y el emblema. Vas ganando terreno, vas conquistando algo. Te ascienden. Te dicen que tienes futuro. Tu talento desdeña. Y un día descubres que tu propósito de vida está lejos de ahí. Y que tienes que ir a hacerlo.Uno simplemente no rechaza esa obligación. Es muy difícil dormir tranquilo así. Uno se va a construirlo. Y uno sabe que construyéndolo se transformará. Y vas. Y pierdes el emblema y sus atributos. Pero te vas sabiendo que nunca fue la posición ni tus logros, que donde quiera que vayas y sea lo que sea que hagas, si manifiestas tu espíritu: ese de la fuerza, el del amor, el de la pasión, el que te dice v a m o s cuando no sabes ni a dónde. No importa donde estes ni que hagas. No importa lo que alcanzaste, perdiste o te falta… Eso está dentro de ti. Esa es la clave, para las alegrías que se necesitan para afrontar los grandes riesgos de la vida. Y te bendijo el Universo si logras descubrirlo temprano.