La atmósfera de este lugar es extremadamente sensitiva. El café devora los nutrientes del suelo como casi todas las plantas de consumo masivo. Solo se necesita que llueva un poco para que el suelo se erosione. Es difícil producir café. Cualquiera de estos lugares de donde proceden nuestros cafés son regiones, en términos ecológicos, extremadamente jóvenes, que aún están transformándose para adaptarse a este tipo de cultivos. Los colonizadores aceleraron el proceso, eso está claro. El mayor daño que pueden haber sufrido nuestras tierras es que no se sepa nada qué pasará con lo que se hace hoy con ella.La tierra toma tiempo para entender lo que quieres producir en ella. Ha sido tan duro el camino para el agricultor de café.Empezar sin saber…Para tener una finca hay que hacer un camino. Las lomas hacen pendientes de zigzag y se superponen entre sí. En cualquier de estos lugares hay árboles gigantescos que crean tanta sombra y absorben tanto aire que el espacio se queda vacío, y uno puede escuchar cosas comúnmente imperceptibles; una gota de agua lluvia que cae en un pozo, o el descenso del Chicuí masticando un insecto en pleno vuelo.En una finca de café toda la tierra se ve gigante.