Lo más desafiante fue tostar el café un poquito más claro. Contrario al resto del mercado, nosotros no quemamos el café-Definir nuestro estilo de tueste nos costó mucho. A pesar de lo difícil que es cambiar una cultura, le encontramos un valor incalculable a representar el café de especialidad en su mejor forma-Nosotros desarrollamos el café hasta el primer estallido. En esa etapa, los azúcares se caramelizan gentilmente, permitiéndonos destacar los mejores atributos del sabor que tienen los orígenes de nuestro café. Después del primer estallido, una etapa importantísima en el tueste del café, desarrollamos el café un poquito más, rara vez hacemos tuestes que sobrepasen el segundo estallido-Nosotros tostamos con conocimiento técnico y un toque de intuición. Creemos que cada café merece su propio tratamiento, que lo dicta el origen de donde procede, la variedad, la altura en la que crece, el método por el cual se procesó, las condiciones climáticas y las propiedades de su suelo. Siempre estamos buscando sacar la mejor calidad posible de nuestros orígenes de café, nos gusta sorprender a las personas con experiencias sensoriales únicas-La fuerza de un café no reside en el color de su tueste. Tostar como lo hacemos permite elevar inevitablemente las complejidades maravillosas que son intrínsecas del café dominicano. El mejor atributo de nuestro café es su diversidad.