La gente me dice que debo escribir un libro. Me imagino escribiendo uno sobre café. Hay un par de autores dominicanos que influyeron en mi forma de ver la cotidianidad dominicana-Por ahí por el 2006 participé en mi primer concurso de literatura del Listin Diario. Se llamaba “Terminemos el cuento” y uno tenía que terminar el cuento de un escritor dominicano. Me tocó Avelino Stanley. Me fascinó ese año gané una mención de honor-Luego volví a participar y gané tercer lugar terminando el cuento de doña Hilma Contreras. Dejé de escribir y me concentré en leer a Marcio Veloz Maggiolo, a José Martin Gómez y a Pedro Mir-A sinceridad, Santo Domingo es difícil para inspirarse. El cotidiano de la ciudad es muy intenso. Es como beberse el café de un sorbo y de pie-Fotografía @francisco_alba_suriel