Los hemos involucrado en una causa social de apoyar el consumo de café producido localmente por agricultores que trabajan la tierra para vivir. Les hemos insertado, a muchos de ustedes en el mundo del café de especialidad. Eso les da cierta reputación, cierto emblema.
Pero esa experiencia en la que ustedes prueban un café de un origen para diferenciar el café de otro origen, es una transferencia de conocimiento de forma sensorial. No es solo que saben algo nuevo si no que sienten algo nuevo.
Como uno de los pioneros en el café de especialidad dominicano a nosotros nos toca proveer este tipo de información. Sería una irresponsabilidad si no educáramos a nuestros consumidores, porque precisamente en esa tarea reside el éxito de que podamos proveer productos cuya calidad no colapse.
Es un café que proviene de una misma finca, o comunidad y que se ha considerado que posee unas características que pueden distinguirse en referencia a otros orígenes. Por ejemplo, Aguas Negras, de la provincia de Pedernales es una comunidad cuyo café tiene la característica principal de ser suave, a pesar de que se tueste oscuro, mantiene una acidez baja. Eso lo hace único. El Arroyo,de Pedernales también tiene una acidez baja pero lo más especial de ese café es que a diferencia de Aguas Negras, El Arroyo es mucho más dulce. Y eso lo hace único.
La idea es navegar el país completo escogiendo las mejores historias y los mejores granos para presentarlos a través de nuestros orígenes.
La idea es tener tres orígenes siempre, e ir variándolos cada dos o tres semanas. Los orígenes necesitan estudios, mucha cata, mucho diseño de tueste, experimentación. El proceso puede ser tedioso pero es en realidad lo más valioso que hacemos. Porque al estudiar de esta manera el café de las regiones productivas de la República Dominicana estamos proporcionando información valiosa al mercado y una experiencia única para los consumidores.
Nosotros hacemos un diseño completo del tueste del café. Experimentamos diferentes configuraciones. Y toda esa información la guardamos en nuestra base de datos y la referenciamos al perfil de la taza. O sea que, ahora mismo sabemos los límites de esas regiones de las que hemos tostado café en cuanto a ciertos criterios internacionales que se usan para evaluar el perfil de la taza y también su calidad. Compartimos esa información con los agricultores y tostadores de sus provincias.
En realidad, la idea no es que vamos a dejar de producir ciertos orígenes, pero debemos darle espacio a nuevas experiencias. A veces la cosecha de un año puede ser bien diferente a la cosecha del año siguiente en referencia al perfil de la taza del café propiamente, y nuestra idea es , no tener productos que nos obliguen o condicionen a mantener el mismo perfil siempre. Nuestros consumidores tienen ese espíritu de tradición por el buen café, mas no se limitan a experimentar algo nuevo. Especialmente si le damos una razón para hacerlo. Esa razón puede ser la historia, la experiencia única en sí misma, o simplemente el amor que sienten por el café.
En una próxima entrega prometo hablarles del proceso de búsqueda de café verde que realizamos para crear un nuevo origen en nuestra marca, lo haré usando el ejemplo del café de San Juan de la Maguana. ¡Gracias por leer!